Análisis del Nuevo Modelo de Evaluación Diagnóstica


Para contar con información que complete los diagnósticos que suelen hacer las maestras y los maestros al inicio del ciclo escolar, del 4 de septiembre al 15 de octubre se pusieron a disposición pública las series de evaluaciones que MEJOREDU diseña para “conocer los puntos de partida de los aprendizajes de sus estudiantes en Lectura, Matemáticas, y Formación Cívica y Ética” en educación básica.

Se desconoce cuántas escuelas han utilizado las evaluaciones en este primer mes de clases o cuántas tengan planificada su aplicación en el periodo que estarán disponibles. En el informe de Resultados de la Evaluación diagnóstica del aprendizaje de las y los alumnos de educación básica 2022-2023, solo es posible conocer que, en el ciclo escolar anterior, participaron 5,093 escuelas de las 6,099 seleccionadas para la muestra nacional. Esto equivale al 5.8% de las primarias y secundarias -públicas y privadas- de las 137,527 escuelas del país para las que se encuentran disponibles las pruebas diagnósticas

Es muy probable que el porcentaje de aplicación para este ciclo escolar 2023-2024 sea pequeño si se considera que hoy contamos con una estrategia de evaluación de aprendizajes que, hasta ahora, depende de los recursos disponibles y la voluntad en cada escuela. Además, los buenos deseos de MEJOREDU y su falta de contundencia han sido insuficientes para que las autoridades educativas federales reconozcan, en el diagnóstico sistemático de aprendizajes, una de las mejores herramientas para focalizar acciones derecuperación que, después de la pandemia, son fundamentales para asegurar el derecho a la educación de todas y todos los niños.

Una muestra de ello es que, durante la Primera Sesión Ordinaria del Consejo Técnico Escolar del día 29 septiembre, la aplicación o revisión de las evaluaciones de MEJOREDU no se considerará como actividad prioritaria.

Nuevamente los temas de evaluación son desdeñados y la responsabilidad de realizar un diagnóstico preciso de las fortalezas y áreas de oportunidad de las y los estudiantes, queda depositada solamente en maestras y maestros a quienes se les pide, en su lugar, 1) dar seguimiento a la implementación de los planes y programas de estudio 2022; 2) revisar asuntos de gestión escolar y particulares de cada escuela; 3) analizar la vinculación entre la nueva familia de Libros de Texto Gratuitos y la planeación didáctica.

El desinterés por contar con un marco de referencia y estándares comunes para planificar acciones de recuperación de aprendizaje no es sorpresa dadas las confusiones y desactualización al respecto de las buenas prácticas en evaluación que abundan en la Nueva Escuela Mexicana. Lo que sí llama la atención y preocupa es que, las y los mismos funcionarios que antes se encargaban de las evaluaciones estandarizadas en el país, no hayan encontrado todavía un modo de reconciliar los intereses formativos de un diagnóstico robusto a nivel escuela, modalidad, estado y en el ámbito nacional.