Resultados del seguimiento de la transición energética por entidad federativa

Presentamos un resumen de los resultados obtenidos a través de nuestro proceso de monitoreo. Es preciso destacar que no existe una fuente centralizada que compile información comparable sobre la transición energética a nivel subnacional. Por esta razón, para obtener una visión integral del estado de la transición energética en cada entidad federativa, nos hemos centrado en el análisis de tres tipos de indicadores clave universalmente reconocidos, los cuales están públicamente disponibles para las 32 entidades federativas

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1. Emisiones GEI[1]

Tras un ‘escaneo’ de todas las entidades federativas desde 2015 hasta 2018, llegamos a la conclusión que, según los datos disponibles del Registro Nacional de Emisiones con el último dato disponible (2018), el Estado de Guanajuato encabeza la lista como el principal emisor de gases de efecto invernadero, con 97.35 millones de toneladas de dióxido de CO2e (MtCO2e), seguido por Tamaulipas (76.61 MtCO2e), Nuevo León (52.26 MtCO2e) y Coahuila de Zaragoza (47.99 MtCO2e). En el extremo opuesto de este espectro, Nayarit se erige como la entidad federativa con las emisiones más bajas de gases de efecto invernadero en 2018, registrando tan solo 0.57 MtCO2e, seguido de cerca por Quintana Roo, con 0.61 MtCO2e.



El dióxido de carbono (CO2) no fue el único gas que monitoreamos de cerca. También lo hicimos con el metano (CH4). Nayarit fue el estado que también emitió la menor cantidad de metano en 2018: .000008 MtCO2e. Entretanto, el mayor emisor de metano fue Tabasco, con 9.03 MtCO2e

Dentro de este ángulo también consideramos la variable de los impuestos locales que tasan a las emisiones GEI. Tan sólo siete estados de la República cuentan con impuestos estatales que buscan desincentivar la contaminación de esta manera, como se aprecia en la tabla. Además, es interesante que las bases gravables no son las mismas, puesto que la emisión de la misma cantidad de un contaminante resulta ser más cara o más barata dependiendo el estado donde este contaminante se emita. Se destaca el caso de Jalisco, que si bien actualmente no cuenta con un impuesto en vigor, ya ha anunciado la promulgación de su impuesto ecológico, y aunque posiblemente no se apruebe antes del fin de 2023, ya se habla de un posible valor de 125 pesos/MtCO2e.

EntidadBase gravableValor del impuesto
Baja CaliforniaFuentes fijas* CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6$170 MXN / tCO2e
GuanajuatoFuentes fijas CO2,, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6$250 MXN / tCO2e
Estado de MéxicoFuentes fijas no federales CO2, CH4, N2O$43 MXN / tCO2e
QuerétaroFuentes fijas CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6$539 MXN / tCO2e
TamaulipasFuentes fijas mayores a 25 tCO2e CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6 Excepto por el gas natural$288 MXN / tCO2e
YucatánFuentes fijas CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6$260 MXN / tCO2e
ZacatecasFuentes fijas CO2, CH4, N2O, HFC, PFC, SF6$250 MXN / tCO2e
*Dióxido de carbono (CO2), metano (CH4), óxido nitroso (N2O), Hidrofluorocarbonos (HFC), Perfluorocarbonos (PFC), Hexafluoruro de azufre (SF6) y carbono negro (CN). Fuente: Elaboración propia con investigación propia y datos de Mexico2.

2. Capacidad instalada y energías limpias

Aunque en México no están disponibles datos de consumo o generación de energía limpia versus sucia por entidad federativa, sí podemos conocer información sobre la capacidad instalada por estado. En cinco estados de la República la capacidad instalada de energía ‘fósil’ versus la de la limpia es mucho mayor al 90%: Colima (100%), Quintana Roo (99.3%), Ciudad de México (95.6%) y Estado de México (95.3%) y Morelos (90.3%). El escenario contrario –un 90% de capacidad instalada limpia vs. sucia– se verifica en siete estados: Aguascalientes (100%), Nayarit (100%), Zacatecas (100%), Chiapas (99.6%), Oaxaca (99.5%) Michoacán (99.4%) y Tlaxcala (96.9%).



El crecimiento de la capacidad instalada limpia es una buena noticia. Sin embago, la inversión estimada de proyectos concluidos entre 1990 y 2023 está enlistada mayoritariamente en las tecnologías convencionales –aquéllas que usan combustible fósil como energético primario, como las carboeléctricas, ciclos combinados, combustión interna, termoeléctrica convencional y turbogas– en 23 estados de la república. En todo caso, salta a la vista que sólo ocho estados han rebasado los 4 mil millones de dólares (mmdd) de inversión en proyectos construidos: Chiapas (7.4 mmdd) y Oaxaca (6.1 mmdd) de inversión en proyectos de tecnologías limpias, y Chihuahua (4 mmdd), Coahuila (4 mmdd), Nuevo León (6.8 mmdd), Sonora (5 mmdd), Tamaulipas (6.8 mmdd) y Veracruz (7.8 mmdd) de inversión en tecnologías convencionales.



En cuanto a la generación distribuida –aquélla cuya capacidad se encuentra por debajo de los 500 kW y se interconecta a redes generales de distribución–, Jalisco y Nuevo León son los estados punteros con 455.82 kW y 313.19 kW respectivamente. Para la transición energética, la generación distribuida es relevante por ser una alternativa a la centralización de la red y, además, por representar una ventana para generación limpia y menos costosa. Según estadísticas de la CRE, los sistemas más utilizados para generación distribuida son centrales fotovoltaicas, las cuales representan el 99% de los sistemas instalados.

Un dato interesante del contexto nacional es que tanto en capacidad instalada como en número de contratos de generación distribuida se observa un crecimiento bastante significativo en la última década. Al primer trimestre de 2023, la capacidad instalada se ha incrementado 31.85 veces con respecto a 2012, y el número de contratos ha aumentado 24.48 veces en el mismo periodo.

3. Consumo de energía en los hogares

El consumo de energía de los hogares es otra dimensión relevante de la transición energética. Un dato elemental es el acceso a electricidad. Al respecto, las entidades federativas que en 2020 reportan una cobertura superior al 99.60%, según Inegi, son: Cdmx 99.84 %, Edo. Mex. 99.67%, Coahuila 99.63%, Aguascalientes 99.65%, Morelos 99.65%; y los estados con cobertura menor a 97.99% son Chiapas 97.70%, Durango 97.71%, Nayarit 97.77% y Oaxaca 97.84%. Entretanto, CFE tiene sus propias cifras, y reporta como entidades de mayor cobertura (mayor a 99.85%) a Cdmx 99.89%, Aguascalientes 99.87% y Nuevo León 99.85%; y con menor cobertura (menor a 97.99%) se reportan a Oaxaca 97.20%, Durango 97.39%, Chiapas 97.48%, Chihuahua 97.66% y San Luis Potosí 97.98%.

Estos datos sobre el acceso a la energía por parte de la población son tan relevantes como básicos. Nuestros estudios sobre la pobreza energética nos han permitido concluir que, además de medir este tipo de acceso, es importante evaluar elementos como la asequibilidad, la continuidad, seguridad y calidad de la energía.

Por lo anterior, en esta edición de El Sextante incluimos el porcentaje de la población que utiliza leña y carbón como principal combustible para cocinar en sus hogares. Se trata de una práctica que contribuye al cambio climático en dos vías; por un lado, porque por lo general estos insumos se obtienen por medios no sostenibles que contribuyen a la deforestación y, en segundo lugar, porque la combustión de estos insumos emite gases dañinos al ambiente y con impactos en la salud de las personas.

Algunos datos llamativos: observamos que Chiapas ha dejado de ser el estado con mayor utilización de leña y carbón (lo fue en 2016, 2018 y 2020), para dejar paso a Oaxaca, que alcanzó el 51.28% de hogares con esta fuente energética en 2022. Del otro lado del espectro, Ciudad de México es la única entidad con menos del 1% de hogares que utilizan leña y carbón, alcanzando tan sólo el 0.47% en 2022 (sin embargo, esta cifra aumentó en relación con observaciones pasadas: en 2016 tenía 0.21%, en 2018, 0.18% y en 2020, 0.10%).



En cuanto a la asequibilidad, observamos que, en general, aquellos estados que tienen hogares con ingresos mensuales mayores tienden a gastar un poco más en energía. Según datos de la Encuesta Nacional de Ingreso Gasto de los Hogares (ENIGH) 2022 del Inegi, el mayor ingreso promedio mensual corresponde a Baja California Sur (30,472 pesos), Ciudad de México (29,770) y Baja California Norte (29,637). En efecto, estos son los tres estados que más gastan en energía, con sumas mensuales de 6,920.47, 7,180.07 y 5,809.43 pesos, respectivamente. Por otro lado, los estados con menos ingreso mensual promedio son Chiapas (13,281 pesos), Guerrero (13,918) y Oaxaca (14,477), lo que coincide con los menores recursos destinados a energía: 1,786.31, 1,843.00 y 1,541.98 pesos, respectivamente,



La transición energética: medición final

En la agregación de indicadores de TE, Aguascalientes, Chiapas, Ciudad de México, Estado de México, Michoacán y Nuevo León son las entidades que se posicionaron más alto. Por otro lado, Baja California Sur, Ciudad de México, Quintana Roo, Tabasco y Tlaxcala tuvieron las peores posiciones respecto de sus pares. Como se ve, Ciudad de México es la única entidad federativa que obtuvo paralelamente cuatro indicadores con posición alta y cuatro indicadores con posición muy baja.



[1] En el tablero de indicadores presentamos una racionalización y contexto en torno a este indicador.