Perspectiva de la transición energética de Querétaro

(Actualizada a febrero de 2024)

Por Ana Lilia Moreno y Viviana Patiño Alcalá

Querétaro se sitúa en un punto crítico de la transición energética, pues enfrenta tanto desafíos únicos como oportunidades significativas. La entidad, según datos oficiales, figura como la número 15 a nivel nacional en cuanto a emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) (siendo la 1º la que menos contamina, y la 32 la que más), mientras que en capacidad instalada e inversión en energías limpias se muestra como una de las más rezagadas, al ocupar los lugares 26 y 28, respectivamente. Sin embargo, y de forma contrastante, Querétaro está en los primeros lugares en lo concerniente a la implementación de impuestos verdes y adquisición de vehículos eléctricos.

En este artículo ofrecemos una aproximación a partir de 39 indicadores a la manera en que  Querétaro aborda la transición energética, un proceso que no sólo es esencial para la sostenibilidad ambiental, sino también para la resiliencia económica y social del estado. Describiremos cómo Querétaro, en su contexto y recursos particulares, se posiciona para liderar un viraje hacia fuentes de energía más limpias y eficientes. Exploraremos tanto los avances logrados hasta la fecha como las áreas donde aún es necesario redoblar esfuerzos.

Panorama general

En los últimos años, Querétaro ha experimentado fluctuaciones significativas en su Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE). Tras un crecimiento anual de 0.40% en 2016, Querétaro experimentó un pico de 3.3% en 2018. Sin embargo, el panorama cambió en 2019 y 2020, con una caída de -1.30% y -9.00%, respectivamente, lo que evidencia el impacto de factores externos como la pandemia global. En 2021 la economía mostró signos de recuperación, con un aumento en la actividad económica de 4.6% y 3.7% en 2021 y 2022, respectivamente. Querétaro vive un notable repunte, señal de una adaptación y fortaleza económica que bien puede impulsar el proceso de transición energética.


Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI, ITAEE 2022


La comprensión de la estructura económica de Querétaro es fundamental para formular políticas eficaces de transición energética. El estado presenta un escenario económico diversificado, con sectores que van desde actividades industriales hasta servicios. En 2016, el sector secundario representaba el 43.9%, aumentando a 58.6% en 2020, y ajustándose a 42.4% en 2021, mientras que el sector terciario aportó el 53.7% en 2016, disminuyendo a 38.6% en 2020 y recuperándose a 54.9% en 2021. Esta diversificación no sólo impulsa el crecimiento económico, sino que también ofrece una base sólida para integrar estrategias de energía renovable en diferentes áreas económicas.

Sin embargo, uno de los más claros desafíos que enfrenta Querétaro tiene que ver con la necesidad de mejorar la rendición de cuentas y el seguimiento de sus programas y políticas de transición energética. A pesar de los esfuerzos del gobierno estatal y de la existencia de programas estratégicos y entidades gubernamentales enfocadas en la transición energética, se ha detectado una ausencia de datos detallados sobre el grado de cumplimiento de los programas presupuestales y la progresión hacia las metas y objetivos establecidos.

Desempeño del sistema energético

El sistema energético de Querétaro ha sufrido cambios significativos en los últimos años, que se reflejan en los precios de combustibles y el mercado de electricidad. Los precios de los combustibles automotrices se han incrementado entre 2017 y 2022, con tasas de cambio a precios corrientes de 32.10% para la gasolina regular, 32.15% para la premium y 35.46% para el diésel, y a precios constantes de 2023 de 2.28%, 2.32% y 4.89%, respectivamente.

Los precios de la electricidad en Querétaro también han experimentado variaciones notables. En 2017, el Precio Marginal Local (PML) era de $1.37 por kWh, pero para 2021 disminuyó a $0.87 por kWh, reflejando una reducción del 36.5% a precios corrientes. Sin embargo, en 2022, el PML aumentó a $1.21 por kWh, lo que representa un incremento del 39.08% con respecto al año anterior; o una disminución de -11.68% desde 2017 a 2022, también en pesos corrientes. Esta fluctuación en los precios de la electricidad, que a precios constantes de 2023 representa una disminución de -31.62% entre 2017 y 2022, junto con el aumento en los costos de los combustibles, subraya la importancia de operar una transición energética eficaz en el estado, sobre todo en lo que concierne a una mayor adopción de energías renovables y tecnologías más eficientes.

Por otro lado, en el sector de los combustibles de cocina, los precios del gas LP han aumentado significativamente de 2017 a 2022. Medido en términos de precios corrientes, en 2017 el precio era de $8.59 por litro y $16.14 por kg, mientras que en 2022 subió a $12.52 por litro y $22.93 por kg. Así, la tasa de cambio de 45.75% para el litro y 42.07% para el kg en ese período. A precios constantes de 2023 se observa un aumento de 12.85% y 10%, respectivamente.

Por otro lado, el consumo de combustibles en la entidad también ha fluctuado de forma notable entre 2019 y 2022. En 2019, el consumo de gasolinas fue de 16.75 Mbd; de diésel, de 8.98 Mbd; de turbosina, de 1.10 Mbd y del combustóleo no se registró consumo. Para 2021, hubo una disminución general en el consumo de gasolinas (15.44 Mbd) y diésel (7.71 Mbd), aunque la turbosina aumentó ligeramente a 1.23 Mbd. En 2022, el consumo de gasolinas y diésel se recuperó parcialmente, a 16.62 Mbd y 8.96 Mbd respectivamente, mientras que la turbosina se mantuvo estable en 1.12 Mbd.

En el sector de hidrocarburos, específicamente en el mercado de estaciones de servicio de gasolinas, se ha observado un notable cambio en la competencia, con reflejos de mayor diversificación. Anteriormente, Pemex tenía el monopolio. Sin embargo, para 2022 y 2023 se observa un aumento en la participación de actores privados, especialmente en las estaciones de servicio, en las que Pemex disminuyó a 54% (2022) y 56% (2023), y los privados crecieron al 46% y 44%.

En cuanto al mercado de electricidad, Querétaro ha experimentado un aumento en el consumo y en el número de usuarios residenciales entre 2015 y 2022. El crecimiento en el consumo eléctrico pasó de 4,923,884 MWh en 2015 a 5,039,836 MWh en 2022 con un incremento de 33.59% en el número de usuarios totales. A nivel mayorista, en 2015 la CFE dominaba el mercado de centrales eléctricas, con un 98.38% de la capacidad, mientras que los privados representaban sólo un 9.62%.

La tendencia hacia fuentes de energía más sostenibles se evidencia en la disminución del uso de leña en los hogares, que cayó de 9.49% en 2016 a 6.5% en 2022, y en el aumento de hogares con Generación Distribuida: 39 en 2017 a 687 en 2022. En el renglón de la asequibilidad, es reseñable el cambio en las tarifas domésticas de electricidad. La Tarifa Doméstica Básica se elevó de $0.809 en 2015 a $0.978 en 2023, mientras que la proporción del gasto del hogar en energía respecto del ingreso se redujo ligeramente de 10.18% en 2016 a 9.76% en 2022 (Inegi, 2023).

Por otra parte, la confiabilidad del servicio eléctrico ha mejorado a lo largo de los años, como lo demuestran los indicadores SAIDI, SAIFI y CAIDI. En 2016, el SAIDI –duración promedio de interrupciones– era de 25 minutos, reduciéndose a 17 minutos en 2022. De forma similar, el SAIFI –frecuencia promedio de interrupciones– pasó de 0.41 en 2016 a 0.32 en 2022, y el CAIDI –duración promedio de interrupciones para aquellos afectados– disminuyó de 60 minutos en 2016 a 53 minutos en 2022 (CFE, 2023). Estos datos reflejan un progreso continuo en el sistema energético de Querétaro.

En materia de sustentabilidad, las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en Querétaro han mostrado variaciones considerables a lo largo de los últimos años. En 2015, la Secretaría de Desarrollo Sustentable reportó 12,558,516 toneladas de emisiones de CO2 equivalente, mientras que el registro nacional de emisiones de Semarnat indica una cantidad mucho mayor, con 59,600,602.43 toneladas. Esta discrepancia señala una preocupante inconsistencia en los datos reportados. En 2016, los registros muestran que las emisiones aumentaron a 88,738,857.00 toneladas según Semarnat, que reportó también que para 2018 se registró una disminución a 13,059,535.88 toneladas.

Un indicador que ayuda a entender los efectos del cambio climático en la entidad es el nivel de temperatura y su efecto en los niveles de sequía. En términos generales, las temperaturas promedio en Querétaro han aumentado gradualmente. Entre 2015 y 2022, la temperatura máxima promedio subió de 26.8ºC a 27.8ºC, y la temperatura media promedio lo hizo de 19.8ºC a 20.2ºC. Este incremento en las temperaturas promedio de la región sugiere un impacto negativo progresivo relacionado con el cambio climático, con posibles implicaciones a largo plazo para el medio ambiente y la calidad de vida en Querétaro. Por descontado, la sequía se ha intensificado notablemente. El territorio afectado por ella abarcó el 36.6% en 2015 y en 2022 llegó al 85%. Además, la precipitación anual disminuyó drásticamente, pasando de 756.6 mm en 2015 a 374.6 mm en 2022 (-53.4%). La prevalencia y severidad del fenómeno destaca la necesidad urgente de estrategias de adaptación y mitigación eficaces.

Estructura institucional y sistema económico

Un aspecto crítico es la ausencia de una legislación específica enfocada en la transición energética. En muchos países con transiciones avanzadas, la presencia de leyes específicas que la aborden ha sido un factor determinante para su éxito. La inexistencia de una ley de este tipo en Querétaro impide establecer un marco legal claro y orientado, que guíe las acciones y estrategias del estado hacia una energía más sostenible y eficiente (Querétaro Poder Legislativo, 2023). Sin embargo, pese a esta carencia Querétaro ha tomado algunas medidas para promover la eficiencia y transición energética a través de leyes complementarias. Aunque estas 19 leyes representan un esfuerzo por parte del Gobierno estatal, su enfoque principal es la recaudación de sanciones económicas para financiar políticas públicas y programas de energías renovables, lo que no sustituye la necesidad de una ley dedicada y detallada que aborde de manera integral la transición energética. Estas leyes complementarias, si bien valiosas, pueden no ser suficientes para abordar todas las complejidades y desafíos específicos que conlleva la transición hacia un sistema energético más sostenible.

Por lo que toca al clima político, desde 2018 el llamado Clúster Energético de Querétaro se ha dedicado a la promoción de la eficiencia energética y las energías limpias, contribuyendo significativamente a la descarbonización del estado. La colaboración entre el sector público y privado, representada, por ejemplo, por la iniciativa de cooperación público-privada integrada (iPPP) entre GIZ y BGBG Abogados, crea un ambiente político favorable y demuestra un compromiso activo con la transición energética (Clúster Energético, 2023).

Por otra parte, la formación de la Agencia de Energía del estado es un paso significativo hacia la estructuración formal de la transición energética, por lo que refleja del compromiso institucional con la adopción de energías más sostenibles y eficientes. Paralelamente, el estado ha tomado la iniciativa de implementar políticas y programas que buscan promover la adopción de energías renovables y la eficiencia energética. Entre estos esfuerzos se destacan el Programa de subsidios para proyectos de generación distribuida con sistemas fotovoltaicos y el Programa Estatal de Acción ante el Cambio Climático.

Sin embargo, en el ámbito de la rendición de cuentas, Querétaro enfrenta desafíos. Actualmente, no hay información detallada disponible sobre el acceso de los ciudadanos al monitoreo y a los resultados de los esfuerzos de transición energética. De corregirse esta falta de claridad, la ciudadanía podría participar más activamente y comprender el progreso del estado en esta área crítica.

Potencial atracción de la TE

Querétaro ha mostrado avances significativos en términos de su potencial para atraer y fomentar la transición energética, junto con desafíos persistentes.

La Inversión Extranjera Directa (IED) fluctúa significativamente. La IED general se incrementó de 289.27 millones de dólares en 2016 a 315.4 millones en 2021, destacando el atractivo del estado para inversores extranjeros y el fortalecimiento de su economía. Sin embargo, en 2022, este índice experimentó una notable caída, a 107.4 millones de dólares (-65.9%), reflejo de la volatilidad en el contexto económico global. Esta tendencia se observa también en el sector eléctrico, donde la IED disminuyó de 18.8 millones de dólares en 2016 a 5.0 millones en 2022, lo que sugiere una reducción en el enfoque hacia proyectos energéticos. Por otro lado, la Formación Bruta de Capital Fijo contrasta positivamente, incrementándose de 1,417.62 millones de pesos a 6,661.32 millones entre 2016 y 2021, un aumento del 251.80%. Este crecimiento indica un impulso significativo en la infraestructura y el desarrollo económico a largo plazo en Querétaro.

Por su parte, la capacidad fiscal del estado para invertir en la transición energética ha crecido de forma impresionante. La proporción de la cartera de inversión de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) en Querétaro destinada a energía se elevó de 11.24% a 99.87% entre 2016 y 2021, y se mantuvo alta, en 94.55%, en 2022. Por lo que toca a la capacidad fiscal local, el estado aprobó recientemente un endeudamiento significativo de 3,300 millones de pesos para la instalación de líneas de transmisión y la adquisición de nuevas unidades de transporte público. Esto representa un cambio en la estrategia fiscal, ya que anteriormente no se registraba endeudamiento específico para proyectos energéticos. Nos preocupan los términos del financiamiento, ya que, según entendemos, Querétaro estaría financiando estos proyectos a través de créditos bancarios comerciales. Una alternativa para disminuir los costos financieros sería acudir a la banca de segundo piso, a financiamientos internacionales que conlleven beneficios por componentes de sustentabilidad (ESG) o a asociaciones público-privadas (APP) que pudieran facilitar la implementación de los proyectos y la distribución de los riesgos asociados. La normatividad de la CFE permite la puesta en marcha de proyectos de este tipo.

La generación de energía renovable en Querétaro ha crecido moderadamente. En 2015, el estado contaba con una central de generación limpia y una híbrida, con una capacidad instalada de 2.75 MW y 3.8 MW, respectivamente. Para julio de 2023, estas cifras se incrementaron ligeramente a 4.2 MW y 5.2 MW. En términos de generación distribuida, el avance es más notable. De 972 centrales en 2017, con una capacidad de 5.80 MW, se aumentó a 7,899 centrales y 55.91 MW de capacidad instalada en junio de 2023, lo que demuestra un mayor interés y adopción de tecnologías renovables a pequeña escala. Asimismo, se ha incrementado notablemente adopción de vehículos eléctricos e híbridos. Desde 2016, cuando se vendieron 176 autos eléctricos e híbridos, las ventas se dispararon a 4,180 en 2022, lo que representa un aumento del 2,275%, o 23.7 veces, en tan sólo seis años. Este crecimiento continuó hasta julio de 2023, con un total de 4,875 vehículos vendidos, marcando una tasa de cambio del 2,670% desde 2016. En efecto, hay una revolución en las preferencias de movilidad de los queretanos. 

De la misma forma, el presupuesto destinado al Consejo de Ciencia y Tecnología del Estado de Querétaro (CONCYTEQ) ha exhibido una tendencia positiva. En 2015, el presupuesto fue de $23.26 millones, y aunque hubo una leve disminución en 2016, para 2023 remontó, alcanzando los $25.86 millones. En el ámbito de apoyos gubernamentales para empresas en transición energética, el subprograma de apoyos gubernamentales a sectores económicos (PASE) representa un esfuerzo notable, pues ofrece cobertura de hasta el 50% del costo total en proyectos de energías renovables para establecimientos comerciales, con un límite de 50 mil pesos para sistemas de energía solar o fotovoltaicos. Otra señal positiva proviene de la Ley de Hacienda del Estado de Querétaro, la cual establece medidas fiscales orientadas a promover prácticas sostenibles. En 2023 Queretaro comenzó a cobrar un impuesto de 5.6 UMAS por tonelada de CO2 emitida que afecta al territorio, y una cuota de 1.26 UMA por tonelada de residuos de manejo especial depositados o almacenados. Con cifras al tercer trimestre de 2023, la entidad había recaudado 240 mdp, según comunicó la Secretaría de Finanzas de la entidad.

El presupuesto destinado a infraestructura también provee datos interesantes. Se ha asignado una suma considerable a Obras y Acciones programables: $10,863,307,299, de los cuales $3,312,108,287 se destinan a inversión pública. Sin embargo, en el sector de desarrollo sustentable, aunque se designa un monto de $61,380,944, no se especifica claramente la asignación de fondos. Este aspecto sugiere la necesidad de una mayor transparencia y especificación en la asignación de recursos para proyectos de transición energética[1].

Finalmente, y con respecto a la formación de capital humano para la transición energética, la formación académica en campos relacionados con la electricidad y la generación de energía ha mostrado un leve decremento en Querétaro. En el ciclo escolar 2021-2022, 5,984 estudiantes se graduaron en estos campos, pero en el ciclo 2022-2023, la cifra disminuyó a 5,878. Sin embargo, si consideramos la proporción de la población ocupada en el sector de Servicios Profesionales, Científicos y Técnicos entre 2016 y 2022, observamos una tendencia positiva, pasando de 0.0054% en 2016 a 0.0070% en 2023. Esto coincide con una disminución en el sector de la minería: de 0.00088% en 2016 a 0.00050% en 2023. Este cambio en la distribución laboral refleja un ajuste en las prioridades económicas y laborales del estado de Querétaro, con un enfoque creciente en los servicios profesionales y técnicos, claves para la transición energética.

Conclusiones

El análisis integral para el periodo de 2015 a 2022 de 39 indicadores relacionados con la transición energética en Querétaro nos arroja un panorama diverso de progresos y retos, con la información públicamente disponible:

  • Mejoras sustanciales. El 46.15% de los indicadores mostraron mejoría, evidenciando acciones significativas hacia una transición energética sostenible. Estas mejoras reflejan esfuerzos en adopción de energías limpias, eficiencia energética y fomento de tecnologías renovables.
  • Desafíos persistentes. El 28.20% de los indicadores empeoraron, resaltando desafíos en la transición energética, posiblemente debido a barreras económicas o estructurales.
  • Falta de de datos históricos. Desafortunadamente, el 25.64% de los indicadores carecieron de datos históricos, lo que dificultó el seguimiento de su evolución y subrayó la necesidad de mejorar la recolección de datos.

Estos resultados enfatizan la importancia de un enfoque integral y sostenible en la gestión energética de Querétaro. Se destaca la necesidad de monitorear continuamente los indicadores, abordar los desafíos y aprovechar las mejoras como base para un sistema energético más limpio y sostenible. Además, una recopilación más completa de datos históricos permitiría una mejor comprensión de la evolución y la toma de decisiones informadas para el futuro.

Desde México Evalúa seguiremos analizando la transición energética a nivel subnacional y nacional, proporcionando perspectivas claras sobre su progreso. Esperamos que este análisis sea útil para las autoridades y otros actores involucrados.


Va un agradecimiento especial al equipo del programa de Regulación y Competencia de México Evalúa que hicieron posible la recolección de datos y el análisis: Ana Lilia Moreno, coordinadora; Viviana Patiño, investigadora; Bruno Sarmiento, José David Serrano, Lizeth Animas, Paul Alejandro Sanchez, Nina Tabuchi, colaboradores en el proyecto.


[1] XXI. Decreto De Presupuesto De Egresos Del Estado De Querétaro Para El Ejercicio Fiscal 2023, P. 12