¡Sonría! La cámara del policía los está grabando

El uso de videograbaciones a través de cámaras corporales no sólo obliga a los agentes policiales a rendir cuentas, también les proporciona una herramienta útil para identificar sus fortalezas y debilidades individuales. Su implementación podría ayudar a reparar la confianza ciudadana y los vínculos comunitarios con las autoridades locales.

Por: Mónica Ayala (@monicaayalat) y Jonathan Furszyfer (@JonFdr)

En México, los ciudadanos desconfían de las instituciones encargadas de protegerlos. La supuesta participación de las policías municipales y federal, así como del ejército en la intercepción del grupo de normalistas en la madrugada del 26 de septiembre de 2014 definitivamente no contribuyó a disipar ese temor. Si a la tragedia de Ayotzinapa se agrega los casos de tortura, extorsión, secuestroviolaciones sexuales por parte de la policía sobre sospechosos o presuntos culpables, no nos queda duda del porqué de la aprensión ciudadana.

Pero estos casos de abuso de autoridad que logran salir a la luz pública no son la única fuente de escepticismo entre los mexicanos, en torno a la rectitud de sus fuerzas de seguridad y justicia. La interacción cotidiana entre ciudadanos y cuerpos policiales, incluso en los entornos locales, también ha contribuido a la desconfianza general. Muestra de ello es que, como se puede observar en la figura siguiente, entre 2010 y 2014, más de 65 por ciento de los participantes en la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, reportaron un nivel de confianza poco o nada en la policía municipal y de tránsito.

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Ante este entorno de desconfianza generalizada, ¿qué se puede hacer para reparar la relación entre los ciudadanos y sus fuerzas de seguridad?

Hasta ahora, el debate en torno al fortalecimiento de las capacidades de la policía local y la confianza ciudadana sobre éstas, se ha concentrado en el mando único policial estatal.

Sin embargo, es necesario enriquecer el debate nacional mediante la discusión de los mecanismos de monitoreo y rendición de cuentas más efectivos, eficaces y eficientes con el fin de solucionar el abuso de poder de los cuerpos policiales a nivel local y mejorar la confianza ciudadana. Una propuesta interesante es el uso de cámaras corporales que permitan videograbar las actividades cotidianas de los policías.