Respondiendo a la epidemia de homicidios en América Latina
América Latina enfrenta una epidemia de homicidios: cada día ocurren 400 muertes violentas y cada año 144.000 personas son víctimas de este delito. La multiplicación de casos, ha dejado como saldo 2,6 millones de vidas perdidas entre el 2000 y el 2016. Esta situación tiene un impacto especial en los jóvenes, con un asesinato cada 15 minutos. Con esta intensidad, la región es la más violenta del mundo, con solo el 8% de la población, concentra el 38% de los homicidios.
Es posible detener esta epidemia y lograr reducciones significativas en la próxima década. Para esto debemos entender cuál es el problema que enfrentamos y dónde se concentra. Solo las zonas de guerra en Medio Oriente y Asia Central llegan a igualar la escala de la violencia en América Latina. Tres cuartas partes de los homicidios en la región ocurren con arma de fuego, muy por encima del promedio global. Un agravante es que mientras que en la mayoría de las regiones del mundo los homicidios tienen una tendencia a la baja, si no hacemos nada, la tasa de homicidios podría incrementarse de 21 a 35 por 100.000 en 2030.
La buena noticia es que los homicidios se pueden evitar y la epidemia podría llegar a su fin si se toman las medidas adecuadas y se sostienen en el tiempo. Con esta motivación, un grupo, aproximadamente 30 organizaciones civiles* de siete países, bajo la coordinación de Instituto Igarapé y Nossas, y el apoyo de los organismos multilaterales** y Open Society Foundations, lanzan la campaña Instinto de Vida en el Foro Económico Mundial en Buenos Aires el 7 de abril de 2017. La meta planteada es reducir el homicidio en un 50% en los próximos 10 años.
Esta iniciativa regional inédita también llevará a cabo una serie de eventos nacionales en los próximos meses. Para empezar, se concentrará en los siete países con los mayores números de muertes violentas en América Latina: Brasil, Colombia, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Venezuela. En conjunto, estos países concentran 34% de las muertes del mundo. Los beneficios de bajar la tasa de homicidios a la mitad, en la siguiente década, podrían ser extraordinarios, con alrededor de 365.000 vidas salvadas sólo en esos siete países.
A pesar de la situación dramática que reflejan las estadísticas, un número creciente de países y ciudades en la región ha mostrado que sí es posible disminuir los homicidios. Grandes ciudades, como Bogotá, Ciudad Juárez, Medellín y São Paulo, lograron educciones de hasta el 70% en la última década. Líderes civiles, especialmente los alcaldes tuvieron un papel fundamental impulsando medidas que contribuyeron a estos descensos. La combinación de la planificación visionaria, la intervención estratégica de las fuerzas policiales, así como el desarrollo de programas sociales en zonas marginalizadas obtuvieron resultados positivos en estos casos.
De acuerdo con Ilona Szabó de Carvalho, del Instituto Igarapé (Brasil), “poner la crisis de homicidio de América Latina bajo control requerirá invertir en algunas estrategias de sentido común. Como mínimo, los gobiernos, los grupos empresariales y
de la sociedad civil tienen que basar sus estrategias en datos fiables y evidencia sólida, centrándose en los lugares, las personas y los comportamientos que producen mayor impacto en los niveles de violencia letal”.
Esto se debe a que el crimen tiende a concentrarse de manera notable en barrios muy específicos, entre las poblaciones demográficas clave (especialmente hombres de 15-29 años) y en ciertos momentos del día. Edna Jaime, directora de México Evalúa, agrega que, con recursos limitados, es fundamental comprender que violencia letal se debe a múltiples causas. “Es fundamental generar información de calidad sobre factores espaciales, medioambientales y sociales, así como perfiles detallados sobre las víctimas y victimarios, que permitan diseñar políticas específicas y efectivas que contribuyan a la reducción del homicidio”, acota.
Además de basarse en evidencias y en resultados, Instinto de Vida está alineada con la contención de la violencia y con la garantía del acceso a la justicia. Verónica Zubillaga, de Reacin (Venezuela), explica que el miedo puede llevar las poblaciones a apoyar medidas efectistas. “Estas medidas – como las políticas de mano dura o los militares ocupándose de labores de seguridad ciudadana – se ha demostrado que sólo producen una escalada de muertes y duelos”, afirma.
Para Alessandra Orofino, directora ejecutiva de Nossas (Brasil), “Las estadísticas asustan y muchas veces no nos permiten ver la real dimensión y la gravedad de la situación en la que vivimos, porque no vemos rostros en los informes de seguridad que son publicados, apenas números. Es importante que la sociedad civil se una porque la crisis de los homicidios afecta a todos. Debe ser una lucha permanente de cada uno de nosotros. Tenemos que impulsar soluciones efectivas de los gobiernos, es necesario un
compromiso para solucionar esa situación. Necesitamos hacer presión para que tengamos políticas públicas efectivas que nos alejen de esa posición en el mundo”.
“Necesitamos que los países y ciudades que tienes altas tasas de homicidio, dejen de asumir esta situación como ‘normal’. Seguimos teniendo un problema grave que requiere de medidas concretas basadas en evidencias que respondan a las necesidades y capacidades locales”, agrega María Victoria Llorente, directora ejecutiva de Fundación Ideas para la Paz (FIP) en Colombia.
Instinto de vida es un llamado urgente a la acción colectiva. Sabemos cuál es la cura para esta epidemia, es el momento que comencemos a usarla.
*Los actuales socios de la campaña incluyen: Asociación Para Una Sociedad Más Justa (Honduras), Caracas Mi Convive (Venezuela), Casa de las Estrategias (Colombia), Cauce Ciudadano (México), Dromómanos (regional), Enjambre digital (México), Efecto Cocuyo (Venezuela), Fósforo (México), Fundación Ideas para la Paz (Colombia), Instituto Igarapé (Brasil), Instituto Sou da Paz (Brasil), Jóvenes Contra la Violencia (Guatemala), Kino Glaz (El Salvador), México Evalúa (México), Nómada (Guatemala), Nossas (Brasil), Observatório de Favelas (Brasil), ¡Pacifista! (Colombia), Parces (Colombia), Plaza Pública (Guatemala), Reacin (Venezuela), Redes Ayuda (Venezuela), Tupa.Yat – Casa de las Redes y Ve por Sinaloa (México).
** CAF – Banco de Desarrollo de América Latina, Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Organización de Estados Americanos (OEA).
Para solicitudes de prensa, póngase en contacto con Ana Beatriz Duarte (ana@igarape.org.br). Para obtener más información sobre la campaña, póngase en contacto con Dandara Tinoco (dandara@igarape.org).
Consulte el Observatorio de Homicidios para más información sobre las tendencias de homicidio para todos los países que participan en la campaña.