¿Podrían las procuradurías estatales estar ocultando el número de homicidios dolosos?

Las relaciones positivas entre los homicidios culposos y dolosos pudieran sugerir algún grado de manipulación en los datos en una entidad en particular.

Jimena David (@jimena_dag), Jonathan Furszyfer (@JonFdr) y Jesús Gallegos / Animal Político

 

Nos preguntábamos, en nuestra entrega anterior, si podemos confiar en la información delictiva producida por las procuradurías estatales. Para contestar esta pregunta, en el estudio Cada Víctima Cuenta, México Evalúa realizó una evaluación de los datos de averiguaciones previas y carpetas de investigación de delitos del fuero común que se registraron en el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) de enero de 2001 a agosto de 2016. Además de averiguar si existen indicios de subregistro delictivo (cuando se eliminan algunos registros), investigamos si existen rastros de clasificación errónea (cuando un delito grave se clasifica como un delito menos grave). En Cada Víctima Cuenta, analizamos específicamente el caso donde el homicidio doloso se clasifica como homicidio culposo y encontramos que tanto en el Estado de México como en Veracruz existen indicios de manipulación sistemática en el periodo analizado.

La naturaleza del homicidio culposo y del homicidio doloso

De acuerdo con el Código Penal Federal, un homicidio doloso es aquel que prevé, quiere o acepta la privación de la vida de otra persona. Se trata de un acto cuyo autor tiene la intención o, al menos, asume el riesgo de provocar la muerte de otra persona[1]. Comúnmente, para medir el grado de violencia criminal que afecta a alguna región particular, se analiza el número de homicidios dolosos. Así, el Programa Nacional de Seguridad Pública 2014-2018 del gobierno federal califica a los homicidios dolosos, junto con el secuestro y la extorsión, como “delitos de alto impacto” porque son los “que más afectan a la sociedad y que implican altos niveles de violencia” (DOF, 30/04/2014).

En cambio, los homicidios culposos son actos donde una persona provoca la muerte de otra persona por una violación al deber de cuidado, de manera imprevisible o confiando en que ésta no se produciría (ver Código Penal Federal, art. 9). Por ejemplo, un conductor que provoca que una persona muera por atropellamiento no suele tener contemplado previamente cometer el homicidio. En este sentido, la falta de intencionalidad de los homicidios culposos hace que este indicador no sea indicativo de la violencia en algún sitio específico.

Evolución del homicidio doloso y del homicidio culposo en el ámbito nacional

Si el homicidio doloso y el homicidio culposo son eventos de distinta naturaleza, entonces los factores que inciden sobre cada uno de estos delitos son también diferentes. Por ejemplo, una política de reducción de accidentes de tránsito probablemente podría tener un efecto en los homicidios culposos pero no en los homicidios dolosos. En contraste, una política para mejorar las condiciones de seguridad pública podría influir únicamente en los homicidios dolosos.

La siguiente gráfica presenta las tendencias de las tasas de homicidios dolosos y culposos en el ámbito nacional. En ésta, se puede observar que de diciembre de 2001 a agosto de 2016, la tasa mensual de homicidios culposos en el país fluctuó entre 0.96 y 1.61 homicidios por cada 100 mil habitantes. También se observa que, en promedio, de diciembre de 2001 a finales de 2005, parece haber una tendencia decreciente en la tasa de homicidios culposos, mientras que de 2006 a 2016, ésta se mantuvo relativamente constante.

Por otra parte, en el caso de los homicidios dolosos, la gráfica anterior muestra que de enero de 2008 a mayo de 2011, se presentó un aumento sustancial y sostenido en los homicidios dolosos hasta alcanzar un máximo de 1.86 homicidios por cada 100 mil habitantes en mayo de 2011. Posteriormente, de finales de 2012 a principios de 2015, la incidencia de este delito disminuyó sustancialmente, alcanzando un nivel de 1.05 homicidios en febrero de 2015. Sin embargo, a partir de marzo de 2015, se presentó nuevamente un aumento significativo en la tasa mensual de homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, llegando a una tasa de 1.59 homicidios en agosto de 2016.

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Considerando la evolución de estos dos delitos, no parece existir una relación entre ambos. En efecto, las tendencias de éstos difieren entre sí, particularmente en el periodo de 2008 a 2016, una vez puesta en marcha “la Guerra contra el Narcotráfico” al inicio del sexenio calderonista. Esto es congruente con la idea de que ambos delitos son de distinta naturaleza. De la misma manera, a nivel estatal, no debería existir relaciones entre el homicidio doloso y el homicidio culposo[2].

Evolución del homicidio doloso y del homicidio culposos en el Estado de México y en Veracruz

 

A pesar de que no existe una relación entre los homicidios dolosos y los homicidios culposos en el ámbito nacional, algunos estados presentan este tipo de relaciones. Esto podría ser un indicio de que algunos homicidios dolosos están siendo clasificados erróneamente como homicidios culposos en algunas entidades federativas. Aquí, nos concentramos en los estados de México y Veracruz, donde existen anomalías sistemáticas en ambos tipos de delitos desde enero de 2001 a agosto de 2016. Sin embargo, en Cada Víctima Cuenta, señalamos que, en los últimos ocho años (de 2008 a 2016), también se encontró una relación entre la evolución de las tasas de homicidios dolosos y culposos en los estados de Quintana Roo, Tlaxcala, Tabasco, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí, Puebla, Durango, Nayarit y Colima.

Estado de México

En el caso del Estado de México, se puede notar que entre enero de 2001 y finales de 2015, las tasas de homicidios dolosos y culposos presentan tendencias –y magnitudes– similares (ver gráfica siguiente). Asimismo, de diciembre de 2006 a enero de 2007, ambos tipos de homicidios presentaron una reducción súbita y sustancial. De un mes a otro, el homicidio culposo se redujo de 1.85 a 0.88 homicidios por cada 100 mil habitantes, mientras que el homicidio doloso se redujo de 1.72 a 0.65 homicidios por cada 100 mil habitantes. Esta abrupta disminución en las tasas de homicidios no parece corresponder a un comportamiento normal de este tipo de indicadores, particularmente, si se compara con las tendencias del ámbito nacional. Estos hallazgos pudieran ser indicios de manipulación en las cifras de homicidio en esta entidad.

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Veracruz

En el estado de Veracruz, la similitud de la evolución de las series de homicidio culposo y homicidio doloso es más notoria en el periodo de enero de 2008 a agosto de 2016 que en el periodo anterior. Específicamente, a finales de 2009 (año en que el homicidio doloso presenta un aumento sustancial con respecto a lo que se había registrado en el pasado), las tendencias de ambos tipos de homicidio parecen coincidir entre sí. Este comportamiento en la evolución del homicidio culposo no corresponde al que suele caracterizar una medición de eventos accidentales –particularmente, si se compara con la tendencias que se presentaron en el ámbito nacional (ver gráfico siguiente). Por otra parte, en el periodo de enero de 2001 a diciembre de 2007, existe una relación positiva entre las tasas de ambos tipos de homicidio, ya que, en promedio, un aumento (o disminución) en los homicidios dolosos de un mes a otro se encuentra asociado a un aumento (o disminución) en los homicidios culposos en el mismo periodo. Aunque no sea perceptible gráficamente, la presencia de una relación indica una probable manipulación en los datos de homicidio en la entidad.

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En conclusión, en el estudio Cada Víctima Cuenta planteamos un modelo estadístico para saber en qué estados sería conveniente llevar a cabo una revisión de los datos de homicidios culposos y dolosos publicados en el SESNSP. Argumentamos que los homicidios dolosos y culposos son independientes entre sí debido a que se son actos de distinta naturaleza: los primeros se refieren a actos intencionales y los segundos a actos no intencionales. Por lo tanto, se señala que las relaciones positivas entre los homicidios culposos y dolosos pudieran sugerir algún grado de manipulación en los datos en una entidad en particular. Se observó que en el Estado de México y en Veracruz existe una relación entre ambos tipos de delitos que pudiera indicar algún grado de manipulación de los datos desde 2001 hasta 2016.

Cabe aclarar que no se puede asegurar la existencia de manipulación en estos estados, así como tampoco se puede asegurar que no hay manipulación en el resto de las entidades. Sin embargo, los resultados de este modelo pueden dar pauta para focalizar las evaluaciones a la calidad de la información sobre homicidios que las procuradurías estatales publican en el SESNSP.

* Jimena David y Jesús Gallegos son investigadores del Programa de Seguridad de México Evalúa (@mexevalua) y Jonathan Furszyfer es coordinador del mismo. Los autores agradecen los comentarios de Karen Silva Mora y Diana Nava Muciño, la edición de Laurence Pantin y el apoyo en los diseños de los gráficos de Miguel Cedillo. Este artículo está basado en el estudio de México Evalúa (2017) Cada víctima cuenta: hacia un sistema de información delictiva confiable.

[1] Se reconoce que cada entidad federativa tiene su propio código penal. Sin embargo, los conceptos de actos culposos y dolosos en los códigos penales estatales no parecen ser considerablemente distintos a los que se especifican en el Código Penal Federal.

[2] En particular, en Cada Víctima Cuenta, señalamos que una relación positiva entre el homicidio doloso y el homicidio culposo podría representar mayores indicios de manipulación de los datos de homicidio que una relación negativa, debido a que posiblemente se tienda a recurrir a la manipulación cuando se presenta un aumento considerable en los homicidios dolosos. En contraste, una relación negativa no necesariamente representa un indicio de manipulación de los datos de homicidio, pues implica que cuando los homicidios dolosos aumentan, los culposos disminuyen. Sin embargo, este caso es contradictorio al objetivo de manipular los datos para reducir artificialmente los homicidios dolosos.