¿La ciencia contra la delincuencia?

En delitos contra la persona o la propiedad, el análisis de ADN es un factor crítico para procesar a los culpables y exonerar a los inocentes. Bien utilizada, esta tecnología puede acelerar los procesos de investigación criminal, generar resultados más confiables en las labores periciales y forenses, identificar sospechosos, y reducir la impunidad.

Por: Mónica Ayala (@monicaayalat), Jimena David (@jimena_dag) y Jonathan Furszyfer (@JonFdr)

La evidencia internacional ha mostrado que el análisis de ADN puede acelerar los procesos de investigación criminal, generar resultados más confiables en las labores periciales y forenses, identificar sospechosos, y reducir la impunidad. Sin embargo, no existe evidencia robusta que respalde el impacto de la tecnología de ADN en la reducción del crimen y la violencia.

Con el objetivo de reducir las tasas delictivas, Eruviel Ávila Villegas, gobernador del Estado de México, envío a la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) una propuesta para crear la Red Genética Nacional (GENMEX). La iniciativa consiste en adherir a las 32 procuradurías de las entidades federativas y al gobierno federal a la Base de Datos Nacional de Perfiles Genéticos de ácido desoxirribonucleico (ADN), con la finalidad de registrar información forense, genética y biológica de civiles, desparecidos y migrantes. ¿De qué manera un banco genético nacional podría impactar al sistema de justicia y la incidencia delictiva?

En delitos contra la persona o la propiedad, el análisis de ADN es un factor crítico para procesar a los culpables y exonerar a los inocentes. Bien utilizada, esta tecnología puede acelerar los procesos de investigación criminal, generar resultados más confiables en las labores periciales y forenses, identificar sospechosos, y reducir la impunidad. Para garantizar la viabilidad de un proyecto de esta magnitud, proponemos los siguientes lineamientos, basados en evidencia rigurosa y buenas prácticas internacionales:

  1. Selección de delitos. Debido a las restricciones presupuestales inherentes a cualquier política pública, es importante definir los crímenes para los cuales el análisis de ADN resultaría efectivo desde el punto de vista del costo. La evidencia internacional indica que el uso de bancos de ADN es de alta efectividad en la investigación de delitos como el homicidio, violación y crímenes de propiedad (robo a casa habitación, robo de vehículo, entre otros). En contraste, en situaciones de violencia doméstica o crímenes de drogas esta herramienta es menos eficaz.
  1. Inclusión de candidatos específicos en la base de datos. A lo largo de una investigación, se pueden tomar muestras de ADN de muchas personas (víctimas, victimarios y otros), con la finalidad de resolver un caso. Pero estas pruebas biológicas no deben permanecer necesariamente en el sistema Se recomienda que únicamente las personas que hayan sido condenadas formen parte de la Red Genética Nacional, con base en la resolución de la Comisión Europea de Derechos Humanos.
  1. Protección de datos personales. A través del ADN se puede conocer una gran cantidad de información sobre la historia familiar de una persona, condiciones genéticas, enfermedades, entre otros. Por consiguiente es fundamental proteger los datos de muestras de ADN, incluso si son de criminales convictos, y contar con protocolos de protección de datos personales que eviten el uso incorrecto de esta información o su diseminación.
  1. Financiamiento y sustentabilidad. Tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido, los gobiernos nacionales asignan recursos a cada localidad para la recolección y análisis de ADN, así como para que las muestras correspondientes sean incluidas en una base de datos nacional. México necesita tener claro de qué forma asignará el presupuesto, ya sea a través de financiamiento federal o a través de una colaboración entre las procuradurías locales y el gobierno federal.
  1. Estructura organizacional. La articulación y adecuada operación de un banco de datos de ADN no es una tarea sencilla, por lo que es necesario que diversos actores actúen de forma coordinada. Las policías y procuradurías en todos los órdenes de gobierno deberán contar con una política de información abierta para operar bajo un mismo sistema de análisis y archivo de muestras de ADN. Sin embargo, no se debe olvidar la importancia de trabajar de la mano con los hospitales, que son clave en la obtención de evidencia, especialmente en casos de violación.
  1. Capacitación de personal y desarrollo de laboratorios locales. El éxito o fracaso del uso de ADN para resolver delitos depende de las herramientas y habilidades del cuerpo forense para recolectar y procesar información biológica clave en la escena del crimen. Por tanto, se requieren especialistas altamente calificados y entrenados bajo esquemas de capacitación continua para garantizar que las pruebas de ADN identifiquen correctamente a los presuntos culpables. Asimismo, es indispensable que el gobierno mexicano, junto con las entidades federativas, desarrollen laboratorios de recolección y análisis locales y estatales con tecnología de punta. Dichos laboratorios deberán estar bajo escrutinio y certificación constante.
  1. Evidencia biométrica y circunstancial complementaria. Si bien la tecnología de análisis ADN es importante, no es la panacea del sistema de justica criminal. Existen pruebas tanto biométricas (vg.r. huellas digitales), como circunstanciales (por ejemplo, testigos, videograbaciones, etc.) que deben complementar toda decisión acusatoria.
  1. Transparencia y rendición de cuentas. Como toda política pública, es indispensable que el financiamiento del GENMEX sea transparente, etiquetado y sujeto a auditorías y rendición de cuentas. Si bien la información personal y genética de los individuos que conformen este banco debe estar resguardada, las bases de datos pueden ser públicas para analizar el número de procesados, el delito que cometieron, su sexo, edad, educación, el año de registro y varias referencias geográficas de la persona (estado, municipio, localidad), entre otras.
  1. Pruebas piloto. La recolección y análisis de ADN para pruebas criminales es un proceso que requiere años para implementarse a gran escala. México debería de comenzar con un programa piloto en un puñado de estados y municipios, con la finalidad de adaptar tales tecnologías a su contexto e identificar las necesidades, oportunidades, fortalezas y debilidades de su incorporación dentro del sistema de justicia penal.

En conclusión, la evidencia internacional ha mostrado que el ADN puede aportar información forense certera para identificar a todas aquellas personas que han cometido un delito, particularmente en los delitos de homicidio, violación sexual y robo casa-habitación. Sin embargo, no existe, hasta ahora, evidencia robusta que respalde el impacto de tecnología de análisis de ADN en la reducción del crimen y la violencia. En todo caso, podría disuadir la actividad delictiva al disminuir las tasas de impunidad. Por lo tanto, las bases de datos genéticas deben pensarse como un política púbica complementaria a las estrategias de seguridad locales, estatales y federales como los programas de prevención del delito, uso de hotspots policiales, estrategias de disuasión policial, control de armas de fuego, fortalecimiento del sistema judicial acusatorio y desarrollo de mejores estadísticas delictivas locales, entre otros.

* Mónica Ayala y Jimena David son investigadoras del área de Seguridad y Jonathan Furszyfer es el coordinador de la misma área en @mexevalua.

Bibliografía

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Roman, John K., Shannon E. Reid, Aaron J. Chalfin, & Carly R. Knight. 2009. “The DNA field experiment: a randomized trial of the cost-effectiveness of using DNA to solve property crimes.” Journal of Experimental Criminology 5:345–369.