De la corrupción y sus remedios

Llegamos a la segunda estación en el trayecto de construcción de un Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) robusto. La aprobación de la reforma constitucional fue la estación de partida. Estamos en la segunda, la de la aprobación del primer paquete de reformas secundarias que habrán de aterrizar los principios y conceptos de la reforma constitucional.

El diablo está en los detalles, dice el dicho popular, y en la letra chiquita de estas reformas se nos puede escurrir de las manos la oportunidad de darle un remedio a este mal que nos roba el futuro.Uso un decálogo para poner los acentos en los aspectos que deben se tratados con mucho cuidado en el debate legislativo que ahora transcurre. Tomo las ideas de mi colega Marco Fernández, profesor del Tec de Monterrey e investigador asociado a México Evalúa, quien ha participado en este proceso desde el principio y quien a su vez ha abrevado de las ideas vertidas en largas discusiones con colegas y profesionales que han puesto su talento para contribuir al diseño de un eficaz sistema anticorrupción para el país. Resumo y editorializo sus planteamientos y, por tanto, me hago responsable de lo escrito.

1. Comenzar por lo elemental. Definir en qué consiste la corrupción. Para ello los legisladores deben precisar los tipos de dichas conductas y establecer claramente las consecuencias administrativas y penales de la corrupción.

2. Profesionales al frente. El comité coordinador del SNA será el corazón del sistema y su secretariado ejecutivo el brazo operativo fundamental para desarrollar políticas adecuadas de coordinación entre las instituciones que forman dicho sistema. Se deben definir perfiles técnicos idóneos para la integraciónde este organismo.

3. Supervisión a cargo de ciudadanos. La reforma constitucional contempla la creación de un Comité de Participación Ciudadana, integrado por cinco miembros, dentro del comité coordinador del SNA. Se debe cuidar la selección de estos ciudadanos con criterios preestablecidos, para evitar la lógica de las cuotas y los cuates y darle funciones sustantivas y no sólo testimoniales.

4. Nada en lo oscurito, papelito habla. Se debe adoptar la obligatoriedad del 3 de 3 (declaración patrimonial, de intereses y fiscal) público, homogéneo y verificable, con consecuencias para quienes falseen su contenido. El objetivo es crear una plataforma de información accesible, organizada por el comité coordinador del SNA mediante su secretariado técnico.

5. No olvidar el otro lado de la moneda. Establecer sanciones contra individuos del sector privado y personas morales que incurran en actos de corrupción. Es necesario establecer un apartado especial que contemple las faltas graves llevadas a cabo desde el sector privado por individuos y personas morales.

6. Perderle miedo a la denuncia. Facilitar la denuncia y la cooperación contra actos de corrupción. Se deben considerar esquemas de reducción de penalidades para los individuos que cooperen con las autoridades en las investigaciones de actos de corrupción, siempre y cuando la información que brinden sirva para substanciar la investigación.

7. Que no queden cabos sueltos. Privilegiar la conexión del SNA con sistemas complementarios en favor de la rendición de cuentas. Es importante entrelazar el Sistema Nacional de Transparencia, el de Contabilidad Gubernamental, el de Fiscalización y el de Anticorrupción para crear un andamiaje sólido en favor de la rendición de cuentas en nuestro país.

8. Sin improvisados. Garantizar una integración profesional de las instituciones del SNA, mediante un verdadero servicio civil de carrera. Los casos exitosos que han avanzado en la lucha contra la corrupción se caracterizan por la profesionalización de sus aparatos del Estado. Un verdadero servicio civil es fundamental para aplicar la ley, utilizar correctamente las herramientas de investigación y blindar dichas instituciones frente a presiones políticas.

9. No mandar a nadie a la guerra sin fusil. Fortalecer a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y garantizar a la misma las facultades de investigación que le otorga la reforma constitucional, de lo contrario se mermaría su papel como coadyuvante para combatir la corrupción.

10. Fiscalía blindada contra la presión. Acelerar la aprobación de la Ley de Fiscalía General de la República. Ello facilitará la operación correcta del SNA. En esta ley, los legisladores deben precisar no sólo el proceso de nombramiento, sino también las causales de remoción del fiscal anticorrupción para brindarle mayor certidumbre sobre su trabajo y evitar la tentación de su remoción en caso de que realice investigaciones efectivas en contra de redes de corrupción que puedan llevar a presiones para terminar con su labor.

Este listado apenas esboza la complejidad que entraña el darle forma al Sistema Nacional Anticorrupción y de los mínimos que deben considerarse en la aprobación de las leyes secundarias que ahora se discuten. En unos días sabremos si avanzamos a una siguiente estación o si dimos la vuelta de regreso.