¿Adiós contador Portal?

Edna Jaime / El Financiero

El 15 de diciembre de 2009, la Cámara de Diputados designó a Juan Manuel Portal como auditor superior de la Federación por un periodo de 8 años. Este periodo está por concluir. Vale la pena hacer un breve (y, por tanto, injusto) balance de su gestión, para poner en perspectiva lo que está en juego con su relevo o reelección.

Lo primero que hay que decir es que Juan Manuel Portal ha realizado una labor muy importante al frente de la Auditoría (ASF). Ha fortalecido a la institución y le ha dado relevancia. Permítanme afirmar que las más grandes e indignantes revelaciones de malos manejos y corrupción en los últimos años, tienen sustento en sus hallazgos.

En los informes de 2009 a 2011, la ASF realizó auditorías a la Estela de Luz, donde demostró sobreprecios por más de 400 millones de pesos.
Los informes de revisión de la Cuenta Pública de 2014 y 2015 dieron la materia prima para que en el informe intitulado “La estafa maestra” se demostrara cómo 11 dependencias gubernamentales habían suscrito contratos irregulares con empresas “fantasma” por 7 mil 670 millones de pesos, de los cuales no se sabe el destino de 3 mil 433 millones.

En el primer informe de 2016, la ASF detectó irregularidades en el manejo del gasto relacionado con el Seguro Popular en 28 de las 32 entidades del país. El monto a recuperar asciende a casi 6 mil millones de pesos.

En el Informe Especial sobre la Fiscalización y sus Resultados al estado de Veracruz en la Cuenta Pública de 2016, la ASF detectó irregularidades por más de 6,500 millones de pesos.

La ASF comandada por Juan Manuel Portal dejó de ser esa instancia impenetrable para acercarse a la sociedad, así como a instituciones académicas y demás actores relacionados con la contabilidad y la fiscalización de recursos públicos. Puentes que permitieron hacer su trabajo relevante, aunque persistió el sentimiento de frustración porque sus hallazgos no se convirtieron en sanciones para quienes abusaron de los recursos públicos.

Hay que reconocerle también al contador el haber promovido el Sistema Nacional de Fiscalización. Desde noviembre de 2011 acordó con todas las entidades de fiscalización de los estados del país, mecanismos de coordinación para lograr mayores alcances en el control del gasto y la transparencia en el uso de recursos. Sí, fue un cruzado a favor de estos temas.

La gestión del contador Portal no estuvo exenta de críticas. Incluso, organizaciones sociales establecieron sendas demandas judiciales por lo que percibían era una actuación tímida que no correspondía con las atribuciones con que de hecho cuenta la institución. En uno de los casos, la Suprema Corte dio razón al demandante. Con todo, considero que brindó un enorme servicio a la nación.

El periodo del contador Portal al frente de la ASF termina con el último día del 2017, pero el marco jurídico le permite postularse de nueva cuenta.

Se escuchan rumores de que no buscará la reelección. Es posible que haya percibido en el ambiente un ánimo que no le favorece. Es posible que se haya convertido en el auditor incómodo.

Desde mi perspectiva, la reelección de Portal resulta clave para consolidar los procesos en marcha. El arranque del Sistema Nacional Anticorrupción, la consolidación del Sistema Nacional de Fiscalización, el fortalecimiento de la propia Auditoría que cuenta con nuevas atribuciones. Si se confirma que no se postula para un nuevo periodo, será mala noticia para la rendición de cuentas en el país.

En medio de un embate contra las instituciones, en el que se busca someterlas a través del nombramiento de sus titulares, el relevo del auditor prende las alarmas. Es evidente que el proceso de selección debe ser cuidadoso, transparente, con criterios y metodologías que nos den certeza de la idoneidad de quien llegue a ser electo. Me parece que como ciudadanos tenemos que estar alertas. Porque avanzar en el fortalecimiento de las instituciones es una tarea ardua que no se puede arruinar por decisiones interesadas.

Nuestro llamado hoy es a cuidar de nuestras instituciones. Porque la embestida contra ellas no tiene miramientos. Si no es hoy, mañana nos vamos a lamentar.