El policía, primer solucionador de problemas

Alan López (@alanfabian07) ‏ | Animal Político

La pacificación del país requiere de policías efectivos que atiendan eficazmente la inseguridad. Más allá de militarizar la seguridad pública, existen alternativas para fortalecer las capacidades de investigación e inteligencia de las corporaciones policiales. Una de ellas es el enfoque policial orientado a la solución de problemas (POP, por sus siglas en inglés), cuya base es el uso de la información estadística y el conocimiento de sus territorios.

Los policías locales conocen mejor que nadie cuáles son los lugares donde ocurren más delitos, las personas que se encuentran en mayor situación de riesgo, las características de los agresores y las dinámicas de violencia. Este conocimiento privilegiado es indispensable para atender las conductas antisociales y promover una convivencia pacífica entre los vecinos, con un uso mínimo de la fuerza.

Sin embargo, los policías locales, en general, no utilizan esta información para investigar los delitos y planear su trabajo cotidiano. Su respuesta es más reactiva que preventiva. Y, si a eso le sumamos que sus condiciones de trabajo son deficientes –recursos limitados, bajos salarios, casos de corrupción, cooptación por el crimen organizado–, resulta aún más complicado reducir los niveles de violencia.

Con todo, algunos gobiernos locales han invertido en el desarrollo de sus corporaciones policiales y han operado modelos de proximidad para mejorar su relación con la ciudadanía[1]. Estos casos se localizan principalmente en zonas urbanas del país con alta incidencia delictiva y complejas dinámicas de violencia. El enfoque POP se puede aplicar a este tipo de policías, porque ya cuentan con capacidades de inteligencia e investigación.

Policía informado vale por dos

En contextos internacionales, el uso de la información por parte de policías ha sido clave para reducir la violencia. Por ejemplo, en 2012, el gobierno de Honduras implementó una reforma policial que incluía un sistema de información para que los policías lo consultaran en tiempo real, con el fin de mejorar su trabajo operativo y la investigación criminal. Así, el gobierno logró reducir la tasa de homicidios en 54%.

El uso de la información es la piedra angular del enfoque POP. Su premisa consiste en identificar los principales problemas de violencia y diseñar estrategias puntuales para resolverlos con apoyo de información estadística y conocimiento de los territorios. De esta manera, las corporaciones policiales pueden planear mejor sus intervenciones, dirigir sus recursos a los lugares donde más se necesitan y medir sus resultados.

En general, la metodología del enfoque POP consiste en cuatro pasos, conocidos como BASE:

  • Búsqueda. Los policías identifican los principales problemas de violencia y delincuencia que ocurren en sus zonas de trabajo, con base en el conocimiento del territorio y una constante comunicación con los habitantes de la comunidad.
  • Análisis. Los policías estudian detalladamente los problemas identificados, para priorizar aquéllos que requieren atención inmediata (por ejemplo, homicidios, secuestros, peleas entre bandas delictivas) y los sectores de la población que están en mayor situación de riesgo (mujeres, niños, jóvenes que habitan en colonias marginadas). La información es clave en esta fase, por tanto, los oficiales deben recurrir a diversas fuentes de información, no sólo de incidencia delictiva, sino también encuestas, registros de hospitales, bases escolares e información de la propia comunidad.

Para realizar el análisis de la información, las corporaciones policiales pueden utilizar diversas herramientas como modelos estadísticos, identificación de las zonas con mayor cantidad de delitos (hot spots), perfiles de víctimas y agresores, entrevistas con los habitantes de las colonias más violentas, entre otros.

  • Solución. Los policías diseñan acciones para resolver los problemas de inseguridad, que pueden ir desde incrementar el patrullaje y poner cámaras de videovigilancia, hasta operar programas de rescate de espacios públicos, disuasión focalizada y mediación comunitaria.
  • Evaluación. Los policías miden los efectos de las intervenciones para identificar si han sido exitosas y saber qué aspectos se pueden mejorar. En algunos casos, las acciones no pueden tener los efectos esperados y, por tanto, será necesario modificarlas.

Esta metodología no es una receta que se debe seguir al pie de la letra, sino una guía para mejorar la gestión y el trabajo de las policías, con un uso más eficiente de sus recursos y de la información a la que tienen acceso. El enfoque POP es una herramienta que puede complementar otros cambios de la reforma policial, como mejorar las condiciones de trabajo de los oficiales, incluir protocolos de uso de la fuerza, promover mecanismos de rendición de cuentas, etcétera.

Es un buen momento para poner sobre la mesa cuál será el papel de las policías locales en la pacificación del país, ya que actualmente el Senado de la República está analizando la Estrategia Nacional de Seguridad Pública. El enfoque POP es un modelo útil para que las policías focalicen sus recursos y diseñen estrategias efectivas. No podemos perder nuevamente la oportunidad de brindar a nuestros policías las herramientas necesarias para resolver la crisis de inseguridad.

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[1] Algunos ejemplos son los gobiernos municipales de Morelia, Nezahualcóyotl y Escobedo.